Tas recibir la propuesta de exponer mi obra en el Museo Tiflológico de la ONCE volví a sen=r que tenía una oportunidad por la que merecía el esfuerzo, siendo necesario, una vez más, poner una zanahoria delante de mis narices o lo que es lo mismo: retarme, con el objetivo de potenciar mi motivación, haciendo algo nuevo y diferente de lo que había hecho hasta el momento.

Como temática, la figura humana me apasiona, es bella y siempre perfecta; y muchas fueron las técnicas -clásicas o innovadoras- que experimenté antes de decidirme por alguna. Debía quedarme con aquella que mantuviera mi esencia -expresividad y color- pues busco en las imágenes que quiero representar las miradas que hablan y los gestos que transmiten un estado emocional; quedando la alegría, la euforia, la tranquilidad, la calma, la serenidad o el júbilo reflejadas en esta colección.

Me satisface saber que tengo la posibilidad de impregnar en la lámina, con mis dedos y con pastel – técnica que me apasiona-, emociones que perduran en el tiempo, siendo la fusión de la lámina, el pigmento y mis dedos crean una experiencia sublime.

En EMOXION he ido un paso más allá. Siendo fiel pastelista, en esta ocasión he trabajado con una mezcla de técnicas, como el óleo al agua y diversas texturas (tejido, piedra, cuerda, chapas, saco de yute, ramas…) obteniendo un resultado nuevo, diferente y muy satisfactorio.

En estos últimos meses, en los que he trabajado intensamente con dichas técnicas y texturas, he podido percibir un desarrollo extraordinario de mi intuición, donde mis ojos no han llegado, ella ha sido mi guía. Es por ello, que invito a todo aquél que visite EMOXION a mirar, observar y entrar en la obra, dejándose atrapar por los colores y las texturas; y a impregnarse de la emoción, comparendo así, el arte que nace de mi alma.

La obra va acompañada por música creada en exclusiva para ella, convirtiéndose en la guinda que nos sumerge en una sinfonía mulisensorial de emociones y sensaciones.

Inmensamente agradecida.

Lola